Me meto a la ducha y siento el agua caliente caer por mi cuerpo, me hecho el champú, me aclaro el pelo y salgo. Me seco el pelo y me aliso solo las puntas ya que mi pelo por si es liso. Me pongo la raya y un poco de rimel y salgo del baño con una toalla rosa envuelta en mi cuerpo. Me pongo en frente del armario, y elijo cómodo ya que el viaje era bastante largo: www.polyvore.com/cgi/set?id=42826194&.locale=es .
Saco toda la ropa y la pongo en un montón encima de la cama, y empiezo a doblar cosas con ayuda de mi madre, mientras las vamos metiendo en la maleta. Al fin terminamos de hacer la maleta, la cojo para comprovar cuanto pesa y parece que llevo ahí dentro cien kilos de plomo.
Miro el reloj en el móvil, las tres y media, tenía diez llamadas perdidas de Alvaro y 5 sms, los borro sin leer y bajo ayudar a mi madre hacer la comida. Terminamos de hacer la comida y nos sentamos en la mesa a comer las dos solas, al parecer su novio se ha ido unos días por motivos de trabajo. Ya en la mesa empezamos a comer, todo buenísimo excepto esa ensalada que hay en medio de la mesa, ni si quiera la miro y hago como si no estuviera. Ya comidas recogemos la mesa y nos sentamos un rato a ver la tele, estaba tan nerviosa por mi viaje a Londres.
-Que, nerviosa-Dice mi madre mirándome sonriente.
-Pues si, un poco, bastante-Digo.
-No te preocupes cariño, todo ira bien-Dice intentando tranquilizarme.
-Por cierto,¿ A que hora sale el avión?-Pregunto.
-A las ocho, cuando llegues serán las seis y media de la tarde o así-Dice.
-Tan pronto, si son las seis y cuarto-Dijo sorprendida.
-Ya bueno, no había otro vuelo hija, que le vamos hacer-Dice.
-Me voy a dar una vuelta, quiero ver esto por ultima vez.¿Vale?-Digo levantandome.
-Vale pero a las siete y media salimos de casa-Dice mientras me lanza un beso.
Yo la miro y hago como si cogiera el beso y me lo guardara en el bolsillo, mientras la sonrío. Abro la puerta y salgo, me dirijo hacía la playa, sé que me puedo encontrar a Alvaro por ahí, pero merece la pena, quiero sentir por ultima vez la brisa del mar reflejada en mi cara.
Cuando llego me acerco a la orilla y me siento a cinco metros del mar, se esta tan a gusto, el sol me da de cara y oigo las olas chocar se entre ellas.
De repente una persona se me sienta al lado, la miro y evidentemente era él, Alvaro.
-Hola Mel-Dice mirando al suelo, como si estuviera arrepentido.
-¿Que quieres ahora?-Digo.
-Explicarte lo que paso-Dice mirándome a los ojos.
-Para que, ya no sirve de nada, esta tarde a las ocho cojo un avión hacía Londres-Digo yo orgullosa de mi misma.
.¿Que? No puedes hacer eso-Dice exclamando, se le nota triste, pero eso a mi me da igual, es recordar lo que sentí al verlos ahí, besándose y me entran ganas de volver a gritar le, ya no es pena lo que siento, es una mezcla de odio y asco.
-¿Como que no puedo hacer eso? Me vas a decir tú ahora lo que tengo que hacer-Digo yo mientras me levanto y me sacudo la arena.
-No, no es eso, solo quiero, que todo vuelva a ser como antes-Dice.
-Nada volverá a ser como antes, y me voy que no quiero seguir hablando contigo-Digo yo mirándole de arriba a bajo.
-¡Espera!-Dice antes de que de un paso.
-¿Que quieres?-Digo yo en un tono de aburrimiento.
-¿Te acordaras de mi?-Dice con una sonrisa en la cara como si ahora fuéramos amigos.
-Claro-Digo yo en tono ironía-Siempre me acordare del subnormal que me rompió el corazón-Digo yo mirándole con cara de asco.
Me voy andando y sin mirar hacía atrás, cuando llego a casa eras las siete y cuarto y entre meter las maletas en el coche y retocar me un poco se nos hacen las siete y media.
Nos montamos en el coche y nos dirigimos hacía el aeropuerto, cuando llegamos, no esta muy llego pero son las siente y cincuenta y cinco.
Una voz nos reclama a los pasajeros de mi vuelo.
-Mama, te quiero-Digo yo mientras la doy un abrazo con todas mis fuerzas.
-Y yo cariño-Dice cuando nos separamos-Y ahora sube al avión, no vaya ser que se vaya sin ti-Dice sonriéndome.
-Adiós-Digo yo mientras voy andando hacía la puerta del avión.
Me monto en el y me siento en una siento, a lado de la ventana, a mi lado no sé sienta nadie. Enseguida me quedo dormida escuchando "One Direction".
La azafata me despierta diciéndome que me ponga el cinturón, que vamos aterrizar. Yo reacciono y me lo pongo. Estoy tan nerviosa. El avión aterriza y me bajo del avión dirigiéndome hacia donde se cogían las maletas. Cojo la mía y me dirijo hacía la salida, en la salida estaba mi padre con un cartelito en el que ponía "Amelia Black Garcia" al lado de él estaba Samantha mi mejor amiga, que al verme sale corriendo hacia mi con los brazos abiertos. Cuando llega a mi, me abraza lo más fuerte que puede y me dice.
-Te he echado de menos-
-Pues yo a ti no-Digo guiñando le un ojo.
Mi padre se acerca y me da un abrazo, me coge la maleta y me dice.
-¿Que tal el viaje?
-Bien, he estado dormida todo el tiempo-Digo
-Me alegro, por cierto esta noche te quedas a dormir en casa del primo de Samantha y con ella claro esta, por que su padre y yo tenemos que ir hacer unas cosas-Dice mirándome con una cara de tristeza.
-Vale, no pasa nada-Digo yo sonriendo.
-Ya veras que bien nos lo pasamos, te van a caer super bien-Dice entusiasmada.
-¿Van? ¿Cuantos primos tienes?- Digo.
-Uno pero vive con unos amigos-Dice sonriendo.
-Vale, me da igual ¿y cuando vamos a su casa?-Pregunto.
-Pues os llevo ahora-Dice mi padre volviendo a poner la cara de tristeza.
-Ah, vale-Digo yo un poco anonada, la verdad es que me molesta un poco que el primer día tenga que dormir con unos desconocidos pero no le quiero hacer sentir mal. Además si esta Samantha no me importa.
Cuando llegamos a la casa del primo de Samantha miro a Samantha y la veo entusiasmada, parece que tiene una sorpresa escondida para mi.
-¿Y ellos saben que yo me quedo a dormir?-Pregunto antes de bajar del coche.
-Claro, no les importa, además les he hablado de ti, y con lo que les he dicho, tienen ganas de conocerte-Dice manteniendo esa sonrisa.
-A saber que les has dicho de mi-Digo bajándome del coche.
Samantha se acerca a mi y me da un pequeño empujón. Saco la maleta y nos dirigimos a la puerta. Me quedo a unos metros de la casa observándola, es enorme.
-Bueno cariño, yo ya me voy- Dice mientras se vuelve a subir en el coche.-A lo mejor mañana te vuelves a quedar aquí a dormir, yo te mando un mensaje, es lo más seguro-
-Vale ,adiós-Digo contemplando la casa.
Se va y nosotras nos dirigimos a la puera, llamamos al timbre y no tardan mucho en abrirnos.
Cuando veo quien esta al otro lado de la puerta me quedo petrificada, no me lo podía creer, era él. Samantha me miraba con cara de risa y el chico también estaba apunto de reírse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario